Me siento privilegiada

Me siento privilegiada de haber podido gestar y parir a mi bebé aceptando toda responsabilidad sobre mi cuerpo, siendo libre en mis decisiones y acciones.

Me siento privilegiada de haber podido ofrecer a mi bebé una lactancia entregada, placentera, a demanda y sin interferencias de 18 meses…y que deseo sean muchos meses más.

Me siento privilegiada de haber podido disfrutar de la crianza de mi hijo, sin necesidad de volver al mercado laboral, respetando nuestros cuerpos, nuestras necesidades y nuestras emociones.

Me siento privilegiada de poder ir a contra corriente, contra el capitalismo y el patriarcado más desmaternizador. No produzco dinero pero produzco amor a raudales, educo a mi hijo, le enseño a vivir el día a día y a disfrutar de los pequeños placeres que regala la vida, a descubrir y a explorar. Con ello estoy haciendo una de las inversiones más grandes para nuestra sociedad, seres humanos con corazón y consciencia, críticos y con pensamiento y ritmos propios.

Me siento privilegiada por tener una família y un marido que me apoyan a pesar de que la sociedad no lo hace.

Me siento privilegiada porque mi vida laboral siempre me esperará pero mis hijos no.

Me siento privilegiada de poder ser coherente con lo que promuevo a nivel profesional y lo que hago a nivel personal.

Me siento privilegiada de ser una privilegiada, pero solo podremos ser más si reivindicamos lo que nos pertenece, si luchamos por unas bajas maternales dignas que respeten los ritmos fisiológicos de madre y bebé, si cada vez somos más que salimos de lo establecido para marcar nuestro popio camino, tan único y personal.

Seremos libres de vivir nuestras maternidades cuando entendamos que no va de privilegios sino de necesidades, de derechos, de coherencia y de cimientos para una sociedad mejor.

Yo no debería sentirme una privilegiada, porque poder decidir de verdad sobre nuestras maternidades debería ser un derecho y no una excepción.

Imagen de la autora. Prohibida su copia.

You Might Also Like

Leave a Reply