¿Está justificada la profilaxis sistemática ocular del recién nacido?

La respuesta es no. Según la revisión Cochrane 2021, la profilaxis ocular no es útil para la prevención de la oftalmia neonatrum en bebés de bajo riesgo.
En España, aún se sigue realizando sistemáticamente a todos los recién nacidos desde aproximadamente el año 1800 cuando un 10% de los bebés europeos contraían la enfermedad oftalmia neonatrorum (conjuntivitis ocular), causada por la gonorrea (enfermedad de transmisión sexual) que causaba ceguera en un 3% de los bebés afectados.
Hoy en día, la causa más frecuente de conjuntivitis del recién nacido es la clamidia, otra enfermedad de transmisión sexual. También existen otras bacterias causantes de la enfermedad y que son resistentes a los antibióticos profilácticos habituales.
Los efectos adversos de dicha profilaxis ocular son:
✔Mayor riesgo de resistencias bacterianas.
✔Visión borrosa.
✔Interferencias con el vínculo madre bebé.

Existen alternativas a la profilaxis ocular:
✔Cribado prenatal de clamidia.
✔Observar al recién nacido y en caso de presentar conjuntivitis acudir al pediatra para prescripción de antibióticos oculares.
✔Algunos estudios sugieren que la leche materna podría tener un efecto protector.

La mayoría de países desarrollados como Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda… hace ya muchos años que abandonaron dicha profilaxis ocular sistemática dado que el uso indiscriminado de antibióticos en población de bajo riesgo y en países con recursos no parece ser ni coste efectiva ni necesaria y tiene efectos adversos importantes.

España se encuentra entre los países europeos de mayor consumo de antibióticos sin razón epidemiológica que lo justifique y, como consecuencia, de mayor porcentaje de cepas bacterianas resistentes.

Es importante actualizar protocolos para ofrecer prácticas basadas en evidencia científica actual y asegurar que primero de todo, no hacemos daño, pues es uno de los principios éticos profesionales que tenemos.

Fotografía obtenida de BBC News