La fase del expulsivo o descenso del bebé
A nivel objetivo nos referimos a la fase que comprendre des del final de la dilatación o la dilatación completa hasta la salida del bebé. Es la fase que, después de un largo trabajo, culmina con lo más esperado, abrazar por fin a nuestro hijo. Una fase que está llena de mitos, prejuicios y miedos porque llevamos años viviéndola de forma anestesiada. Es la parte del parto dónde la mujer experimentará emociones y sensaciones más intensas, salvajes y mamíferas. El expulsivo requiere abandonarse para poder reencontrarse con nuestro nuevo ser de madre. Los pujos que ejerce el cuerpo de forma involuntaria, las posiciones y los sonidos son animales i terrenales. Primero la sensación es de presión en la vejiga, seguida por una presión grande en el recto hasta que la cabeza empieza a bajar por la vagina. El esfuerzo que hace el cuerpo para que nazca el bebé es brutal e intenso, parece que no puedes, pero estas pudiendo. De alguna forma estamos en este preciso momento todas las mujeres del planeta conectadas, dándonos fuerza las unas a las otras. Todo está diseñado para que sea perfecto, no tengas miedo. Finalmente llega la sensación de partirse en dos, la pelvis está tan abierta que parece que te romperás. Y cuando ya no puedes más, cuando lloras de desesperación y piensas que realmente ya no puedes seguir… es entonces cuando saldrá la cabecita de tu bebé.
Tu precioso bebé entre dos mundos: su cuerpo sigue dentro de ti, en el útero materno, su cabeza ya está aquí, sus ojos están abiertos, observando su nuevo entorno. Pasan unos minutos que a veces pueden parecer una eternidad y llega el último pujo con la salida del cuerpo del bebé. Alivio, ilusión, amor, euforia… Tienes por fin a tu bebé en brazos y el mundo se para para vosotros, no existe nadie más en él que tu y tu bebé. Le observas, te observa, lo abrazas, le besas… Te sientes poderosa porque lo has conseguido, lo habéis conseguido entre los dos.
Mónica
Brutal expkicación… Graciass
Laia Casadevall
A ti por leérme, un abrazo!
Ángeles Hinojosa
Precioso Laia.
Una descripción sencilla y poderosa como es el momento y la experiencia.
Gracias por el regalo.
Laia Casadevall
Gracias a ti Angeles, un abrazo!