Mis manos
Mis manos, tan jóvenes pero tan viejas. Tan pequeñas pero tan grandes. Tan suaves pero tan fuertes.
Mis manos, que te acarician cuando más lo necesitas y te sujetan cuando ya no puedes más.
Mis manos te acompañan, te ofrecen calor donde te duele. Te acarician el pelo y te ponen paños de agua fría en la frente para paliar el sudor, fruto de la intensidad de cada contracción que estas viviendo.
Mis manos, que tantas manos han dado.
Mis manos son energía, el puente entre la magia del parto que estas viviendo y la fuerza terrenal en la que yo estoy sentada para acompañarte.
Mis manos que reciben vida. Que tienen el privilegio de dar la bienvenida desde la más absoluta admiración, ternura y respeto.
Mis manos te dan fuerza y te sujetan fuerte pero a la vez te inundan de ternura y amor.
Mis manos son mi tesoro, mi herramienta de trabajo, mi intuición y mi guía.
Mis manos son mi regalo para ti. Para que sientas que no estas sola. Mis manos te dan fuerza para seguir, porque mis manos llevan un trozo de cada mujer que han tocado y acompañado en el viaje de sus partos.
Mis manos tienen memoria. Mis manos son pequeñas grandes historias. Mis manos podrían contarte el infinito. Mis manos susurran secretos.
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