¿Y qué pasa con el sexo después de tener un hijo?
La teoria es simple, pasada la cuarentena y cuando la mujer se sienta lista, las relaciones sexuales se pueden reanudar. ¿Pero cuál es la práctica?
Tener un hijo es un cambio muy importante en la vida de una pareja. Pasas de ser dos a tres. Y casi toda la atención a partir de entonces se la llevará esa tercera persona recién llegada.
El tiempo se vuelve algo incontrolable. Los horarios desaparecen y el mundo se gira al revés. Tener un hijo supone un cambio absoluto en la vida que estábamos acostumbrados a llevar.
El cansancio y la falta de sueño están tan presentes que cuando el pequeño duerme y se supone que tienes un rato para estar en pareja, te apetece todo menos tener sexo.
Las prioridades cambian. Porque cuando las necesidades más básicas no están bien cubiertas, es difícil pensar en cubrir otras.
La lactancia y sus hormonas juegan un papel importante haciendo un paréntesis en tu fertilidad, y con ello anulando tu líbido y lubricación vaginal para que los supuestos espermatozoides que pudieran llegar se encuentren con un medio hostil y así proteger a tu cría de tener un hermano demasiado pronto.
Así pues, la suma de dichos factores no es la mejor ecuación para poder reanudar tu vida sexual, y mucho menos para recuperarla como había sido antes.
Muchas mujeres además han experimentado partos traumáticos o lesiones del suelo pélvico que han podido dejar huellas físicas o emocionales. Estas huellas deben ser tratadas antes de poder pensar en recuperar la actividad sexual de nuevo.
El sexo no volverá a ser cómo lo conocías, al menos durante un tiempo largo. Ni las condiciones físicas, ni las emocionales, ni las condiciones técnicas serán las óptimas para poder volver a tener sexo salvaje, libre y deshinivido.
La pareja tendrá que reencontrarse a nivel sexual, desaprender y aprender otras formas de tocarse y quererse. Aprovechar ratos cortos. Descubrir que un abrazo o un beso o un te quiero al oído con un bebé encima o colgado de la teta puede ser más placentero que la noche más salvaje.
Respetar los tiempos de la mujer. Pueden ser días, semanas, meses o años hasta que se sienta preparada para tener sexo después del parto. Y todo está bien, porque cada mujer tendrá sus propias circunstancias, vivencias o cicatrices y estas podrán tardar más o menos en sanarse.
Recuperar la vida sexual no significa recuperar el sexo que conocías. Recuperar la vida sexual va más allá de todo esto, va de dos personas, de su intimidad, sus circunstancias personales y el amor que les une.
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