A escojer el momento que quiere nacer, pues será el momento óptimo para su sistema respiratorio y además se beneficiará de las hormonas del parto que le ayudarán a la adaptación extrauterina.
A no ser auscultado de forma contínua durante el parto con monitores de ultrasonidos si no es estrictamente necesario, su ruido es molesto y no aporta beneficios en comparación con la auscultación intermitente.
A recibir el microbioma materno a través del parto vaginal, siempre que sea posible, para nutrir su sistema inmune y así reducir el riesgo de contraer ciertas enfermedades a corto y largo plazo.
A recibir toda la sangre y células madre que le pertenecen de su cordón umbilical y que provienen de la placenta, que le aportaran todo el oxígeno necesario para la transición uterina-extrauterina, evitaran la anemia durante su primer año de vida y le beneficiaran en su desarrollo neuronal y cognitivo a largo plazo.
A disfrutar del contacto piel con piel ininterrumpido con su madre, que le ayudará a regular sus constantes vitales, favorecerá el inicio de la lactancia materna y el vínculo así como a adquirir bacterias sanas e importantes que provienen de la piel materna.
A alimentarse de calostro durante la primera hora de vida que le ayudará a establecer la lactancia materna de forma exitosa y a regular sus niveles de glucosa además de favorecer el vínculo madre-bebé.
A que se posponga cualquier intervención o prueba innecesaria ya que pueden interferir en el precioso vínculo madre-bebé.
A no ser separado nunca de su madre, bajo ninguna circunstancia, a no ser estrictamente necesario.
Leave a Reply